Según la bautizó Analía, que, por pedido de ella, la voy a anotar aquí. Es una infusión que me enseñó Pacho, que, a su vez se la enseñaron a ella. Se fue desvirtuando y quedó así:
Pongo azúcar en un jarrito con apenas de agua, y va al fuego hasta que se hace un caramelo, a eso le agrego jugo de limón y agua hirviendo. Apago el fuego y le pongo yuyitos para infusión: cedrón o menta de mi cantero o algún otro.
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